Las plantas de interior forman parte de la decoración de la mayoría de hogares. Las distintas variedades se adaptan sin problemas al espacio, la luz e incluso al tiempo del que disponemos para cuidarlas. Con increíbles hojas verdes, variegadas o de colores, llenarán de naturaleza cada rincón de tu hogar.

Aunque es importante que cada planta reciba la luz que necesita, puede sorprendernos su capacidad de adaptación. Que una planta necesite mucha luz no significa que deba estar al lado mismo de una ventana: en un salón luminoso hay plantas que crecerán bien aunque estén a dos o tres metros de distancia. Siempre podemos hacer la prueba considerando que el estado en el que hemos comprado la planta es el correcto. Podemos hacer fotos de sus hojas, observar si se están formando más y valorar su estado al cabo de una semana. Puede que en este tiempo se haya inclinado en dirección a la luz, pero es un pequeño cambio que entra dentro de la normalidad. Si sus hojas no han sufrido cambios de coloración y sigue desarrollándose con normalidad, lo más fácil es que se haya adaptado sin problemas a tu hogar. Plantas que crecen bien en interiores con poca luz Plantas que crecen bien en interiores con mucha luz Cactus, Crasas, Drácena, Crotón, Árbol de jade, Anturio, Ficus, Peperomias, Cintas, Espatifilo, Tillandsia o planta del aire, Kalanchoe, Calathea, Orquídeas.

Hay plantas de interior en todo tipo de tamaños, ya sea porque su desarrollo es menor o porque se trata de plantas jóvenes que aún están en crecimiento. Incluso hay variedades de la misma especie que presentan tamaños muy inferiores al de las más habituales o conocidas. Un buen ejemplo está en la familia de los ficus: si bien el Ficus benjamina es conocido por su forma de arbusto que puede llegar a alcanzar metro y medio de altura, la variedad Ficus pumila se adapta muy bien a macetas de pequeño tamaño. Ideal para una estantería del baño o la cocina, por ejemplo. Las Fittonias y las Peperomias son plantas de crecimiento bajo y compacto, que podremos mantener durante mucho tiempo en macetas de pequeño tamaño. Otras como las Monsteras o las Dracenas crecerán en función del tamaño de la maceta, pudiendo llegar a alcanzar grandes dimensiones. Las plantas de gran tamaño suelen ser algo más caras, pero siempre tenemos la opción de comprarlas de un tamaño pequeño y esperar a que crezcan en nuestro hogar.

Sí, el tiempo que debemos dedicarle a nuestras plantas también puede ser un factor que influya en su compra. Las personas que viajan con regularidad preferirán plantas que no necesitan riegos frecuentes o pulverizaciones regulares. De todos modos, existen soluciones para riegos puntuales que funcionan muy bien cuando tenemos que ausentarnos durante unos días: Depósitos de agua que se clavan en la maceta Disponibles en distintos tamaños, algunos se pueden adaptar a botellas de agua de varias capacidades. Es una especie de gelatina que se entierra en la base de la maceta y puede aportar la hidratación necesaria hasta 30 días. Están disponibles en distintos colores y tamaños para que puedas olvidarte del riego de tus plantas. Todas ellas incluyen un indicador que nos avisa cuando baja el nivel del agua del depósito.

Sería conveniente revisar las distintas estancias de nuestro hogar para valorar qué plantas se adaptarán mejor a cada una de ellas. Deberemos tener en cuenta los siguientes puntos: Iluminación: La mayoría de plantas de interior necesitan mucha luz para crecer, e incluso algo de sol directo. Puede ser de gran ayuda dibujar un plano y marcar en él la cantidad de sol directo que reciben las distintas habitaciones así como cuántas horas durante el día. Si disponemos de cortinas que atenúen la luz, deberíamos indicar “luz tamizada” en nuestro plano, y tener en mente si solemos bajar las persianas en alguna época del año. Es habitual que así sea durante los meses más cálidos del verano, para reducir la temperatura interior en las estancias donde entra más el sol. Espacio: Los tamaños de las distintas variedades de plantas nos permitirá colocarlas sobre estanterías, muebles, repisas e incluso en maceteros colgantes. Temperatura y corrientes de aire: Tanto la temperatura como las corrientes de aire pueden influir en el crecimiento y la floración de las plantas. Por norma, deberíamos ubicarlas en lugares donde no haya cambios bruscos de temperatura, algo muy habitual especialmente en invierno, cuando apagamos la calefacción. La mayoría de plantas de interior provienen de climas cálidos, por lo que durante el verano se sentirán como en casa. Las temperaturas invernales en España ralentizarán su crecimiento, y pueden llegar a morir en temperaturas inferiores a 10º C. Sería recomendable revisar su estado con regularidad cuando las temperaturas empiecen a bajar y cambiarlas de estancia si es necesario. Por el mismo motivo, no es conveniente situarlas muy cerca de un radiador o de un aparato climatizador: además del cambio brusco de temperatura, las variaciones de humedad pueden ocasionar problemas en las plantas. Niños y mascotas: Algunas plantas de interior contienen sustancias que pueden resultar tóxicas para los niños y mascotas. El riesgo de sufrir intoxicaciones graves por ingestión, pueden ser graves, por lo que recomendamos buscar información en Internet sobre su toxicidad. Los gatos además, son muy aficionados a jugar con plantas colgantes o que están situadas en altura, por lo que hay que ser precavidos a la hora de colocar las plantas.

Radiador o de un aparato climatizador

Izabell Fransson
Izabell Fransson

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